• 締切済み

スペイン語文の日本語訳を教えてください!(2)

次のスペイン語の文章の日本語訳を教えてくださいm(_ _)m スペインの新聞に掲載された短編小説'En tranvía'の一部です。 Sospeché que aquella mujer del mantón ceniza, pobre de solemnidad sin duda alguna, padecía amarguras más crueles aún que la miseria. La miseria a secas la acepta con feliz resignación el pueblo español, hasta poco hace ajeno a reivindicaciones socialistas. Pobreza es el sino del pobre y a nada conduce protestar. Lo que vi escrito sobre aquella faz, más que pálida, lívida; en aquella boca sumida por los cantos, donde la risa parecía no haber jugado nunca; en aquellos ojos de párpados encarnizados y sanguinolentos, abrasados ya y sin llanto refrigerante, era cosa más terrible, más excepcional que la miseria: era la desesperación. El niño dormía. Comparado con el pelaje de la mujer, el de la criatura era flamante y decoroso. Sus medias de lana no tenían desgarrones; sus zapatos bastos, pero fuertes, se hallaban en un buen estado de conservación; su chaqueta gorda sin duda le preservaba bien del frío, y lo que se veía de su cara, un cachetito sofocado por el sueño, parecía limpio y lucio. Una boina colorada le cubría la pelona. Dormía tranquilamente; ni se le sentía la respiración. La mujer, de tiempo en tiempo y como por instinto, apretaba contra sí al chico, palpándole suavemente con su mano descarnada, denegrida y temblorosa. El cobrador se acercó librillo en mano, revolviendo en la cartera la calderilla. La mujer se estremeció como si despertase de un sueño, y registrando en su bolsillo, sacó, después de exploraciones muy largas, una moneda de cobre. -¿Adónde? -Al final. -Son quince céntimos desde la Puerta del Sol, señora -advirtió el cobrador, entre regañón y compadecido-, y aquí me da usted diez. -¡Diez!... -repitió vagamente la mujer, como si pensase en otra cosa-. Diez... -Diez, sí; un perro grande... ¿No lo está usted viendo? -Pero no tengo más -replicó la mujer con dulzura e indiferencia. -Pues quince hay que pagar -advirtió el cobrador con alguna severidad, sin resolverse a gruñir demasiado, porque la compasión se lo vedaba. A todo esto, la gente del tranvía comenzaba a enterarse del episodio, y una señora buscaba ya su portamonedas para enjugar aquel insignificante déficit. -No tengo más -repetía la mujer porfiadamente, sin irritarse ni afligirse. Aun antes de que la señora alargase el perro chico, el cobrador volvió la espalda encogiéndose de hombros, como quien dice: «De estos casos se ven algunos.» De repente, cuando menos se lo esperaba nadie, la mujer, sin soltar a su hijo y echando llamas por los ojos, se incorporó, y con acento furioso exclamó, dirigiéndose a los circunstantes: -¡Mi marido se me ha ido con otra! Este frunció el ceño, aquél reprimió la risa; al pronto creímos que se había vuelto loca la infeliz para gritar tan desaforadamente y decir semejante incongruencia; pero ella ni siquiera advirtió el movimiento de extrañeza del auditorio. -Se me ha ido con otra -repitió entre el silencio y la curiosidad general-. Una ladronaza pintá y rebocá, como una paré. Con ella se ha ido. Y a ella le da cuanto gana, y a mí me hartó de palos. En la cabeza me dio un palo. La tengo rota. Lo peor, que se ha ido. No sé dónde está. ¡Ya van dos meses que no sé!

みんなの回答

  • Nakay702
  • ベストアンサー率80% (9719/12087)
回答No.1

 その灰色ショールの女性がひどく貧しいことは疑いようもありませんでした。彼女は、悲惨というよりは残酷なまでの苦悩を背負っているのではないか、と私は思いました。スペイン人は、社会主義の返り咲きによって少し前まで悲惨とは無縁でしたが、今は賢明なあきらめによって、それを甘受しています。貧困というのは貧乏人の宿命であって、如何とも抗いようがありません。私がその顔に見たもの、それは青白さを通り越したにび色でした。歌声をなくし、笑みさえ決して浮かべたこともなさそうなその口もとに、肉がついて血走り、すでに焼け焦げてそれを冷ます涙も枯れた瞼の目の中に、それが読み取れました。悲惨というよりはもっと恐ろしい、もっと異様なものでした。すなわち、それは絶望でした。  その子は眠っていました。女性の風貌と比べて、子どものそれは素晴らしく上品でした。その毛織の靴下に破れなどはありませんでした。粗製ながらも頑丈そうな靴は、よい保存状態のものでした。ふっくらしたジャケットは、間違いなく寒さから彼をよく守っていました。そして、その顔に見られたもの、眠りで赤っぽくふくらんだ頬は、清潔で輝いているようでした。赤いベレー帽が無毛の部分を覆っていました。安らかに眠っていて、呼吸も感じさせないほどでした。女性は、時折、それもほとんど本能的に子どもを抱き寄せて、肉のそげた、黒っぽい、震える手で優しくさすっていました。  短冊を手にした車掌が、カバンの中の銅貨をかき混ぜながら近づいてきました。女性は眠りから覚めたかのように身体を揺すり、ポケットの中をまさぐり、かなり長い時間あちこち調べたあとで、一枚の銅貨を取り出しました。  「どちらまで?」  「終点まで」  「プエルタ・デル・ソルからですと15センティモですよ、奥さん」と、車掌は怒鳴り声ながらも同情しながら注意しました。「なのにあなたの出したのは10です」  「10ですか!...」女性は、ほかのことを考えているかのように曖昧に繰り返しました。「10ですか...」  「そうです、10です、大きな犬(の硬貨)です...。見つかりませんか?」  「でも、私はそれしか持っていません」、女性は温和ながらも冷めた口調で答えました。  「いや、15払ってもらわないといけませんよ」、と車掌はしつこく責める決心で、幾分きびしい口調で注意しました。同情はご法度だったからです。  電車の乗客はこの一部始終を見てことの成行きを了解し始め、一人のご婦人がその些少の赤字を埋めるためすでに自分の小銭入れを探しかかっていました。  「私はそれしか持っていないんです」と、女性はしつこく、腹を立てるでもなく悲しむでもなく、繰り返しました。  ご婦人が小さな犬(の硬貨)をさし出すより前に、車掌は、『こんなことも、たまにはあるわさ』とでも言うように、肩をすぼめながら背中を向けました。突然、誰も期待していないときに、女性は、子どもを抱いたまま目のあたりに情炎をほとばしらせながら起き上がり、周囲に向かって怒りの語調で叫びました。  「夫が私を捨てて別の女のもとに行ってしまったんです!」  眉をしかめる者あり、笑いをかみ殺す者ありで、はじめ、私たちはその不幸な女が発狂してしまっていて、途方もない叫びを発し、このような不適切なことを口走ることになったのだ、と思いました。けれども彼女は聴衆のいぶかる動きに気づきもしませんでした。  「私を捨てて別の女のもとに行ってしまったんです」、と沈黙と好奇の衆目のなかで繰り返しました。「一人のドロボー女がちょっかい出して、メチャクチャにして、ジャマしてるんです。あの人、彼女のところに行ってしまったんです。そして、稼ぎを全部彼女にあげるんです。なのに私のことはといえば、棒で殴ったんです。棒が頭に当たりました。怪我をしてます。最悪のことは、彼が立ち去ってしまったことです。どこにいるか知りません。それが分からないまま、もう2か月になるんです!」

mcz0286
質問者

お礼

わかりやすい日本語訳どうもありがとうございます。 (3)と(4)もお答え頂けると本当に助かりますm(_ _)m

関連するQ&A

  • スペイン語文の日本語訳を教えてください!(3)

    次のスペイン語の文章の日本語訳を教えてくださいm(_ _)m スペインの新聞に掲載された短編小説'En tranvía'の一部です。 Dicho esto, cayó en su rincón desplomada, ajustándose maquinalmente el pañuelo de algodón que llevaba atado bajo la barbilla. Temblaba como si un huracán interior la sacudiese, y de sus sanguinolentos ojos caían por las demacradas mejillas dos ardientes y chicas lágrimas. Su lengua articulaba por lo bajo palabras confusas, el resto de la queja, los detalles crueles del drama doméstico. Oí al señor cuarentón que encendía fósforos para entretener al mamoncillo, murmurar al oído de la dama que iba a su lado. -La desdichada esa... Comprendo al marido. Parece un trapo viejo. ¡Con esa jeta y ese ojo de perdiz que tiene! La dama tiró suavemente de la manga al cobrador, y le entregó algo. El cobrador se acercó a la mujer y le puso en las manos la dádiva. -Tome usted... Aquella señora le regala una peseta. El contagio obró instantáneamente. La tripulación entera del tranvía se sintió acometida del ansia de dar. Salieron a relucir portamonedas, carteras y saquitos. La colecta fue tan repentina como relativamente abundante. Fuese porque el acento desesperado de la mujer había ablandado y estremecido todos los corazones, fuese porque es más difícil abrir la voluntad a soltar la primera peseta que a tirar el último duro, todo el mundo quiso correrse, y hasta la desdeñosa chiquilla de la gran melena rubia, comprendiendo tal vez, en medio de su inocencia, que allí había un gran dolor que consolar, hizo un gesto monísimo, lleno de seriedad y de elegancia, y dijo a la hermanita mayor: «María, algo para la pobre.» Lo raro fue que la mujer ni manifestó contento ni gratitud por aquel maná que le caía encima. Su pena se contaba, sin duda, en el número de las que no alivia el rocío de plata. Guardó, sí, el dinero que el cobrador le puso en las manos, y con un movimiento de cabeza indicó que se enteraba de la limosna; nada más. No era desdén, no era soberbia, no era incapacidad moral de reconocer el beneficio: era absorción en un dolor más grande, en una idea fija que la mujer seguía al través del espacio, con mirada visionaria y el cuerpo en epiléptica trepidación. Así y todo, su actitud hizo que se calmase inmediatamente la emoción compasiva. El que da limosna es casi siempre un egoistón de marca, que se perece por el golpe de varilla transformador de lágrimas en regocijo. La desesperación absoluta le desorienta, y hasta llega a mortificarle en su amor propio, a título de declaración de independencia que se permite el desgraciado. Diríase que aquellas gentes del tranvía se avergonzaban unas miajas de su piadoso arranque al advertir que después de una lluvia de pesetas y dobles pesetas, entre las cuales relucía un duro nuevecito, del nene, la mujer no se reanimaba poco ni mucho, ni les hacía pizca de caso. Claro está que este pensamiento no es de los que se comunican en voz alta, y, por lo tanto, nadie se lo dijo a nadie; todos se lo guardaron para sí y fingieron indiferencia aparentando una distracción de buen género y hablando de cosas que ninguna relación tenían con lo ocurrido. «No te arrimes, que me estropeas las lilas.» «¡Qué gran día hace!» «¡Ay!, la una ya; cómo estará tío Julio con sus prisas para el almuerzo...» Charlando así, encubrían el hallarse avergonzados, no de la buena acción, sino del error o chasco sentimental que se le había sugerido.

  • スペイン語文の日本語訳を教えてください!

    次のスペイン語の文章の日本語訳を教えてくださいm(_ _)m スペインの新聞に掲載された短編小説'En tranvía'の一部です。 Con semejante tripulación, el plebeyo tranvía reluce orgullosamente al sol, ni más ni menos que si fuese landó forrado de rasolís, arrastrado por un tronco inglés legítimo. Sus vidrios parecen diáfanos; sus botones de metal deslumbran; sus mulas trotan briosas y gallardas; el conductor arrea con voz animosa, y el cobrador pide los billetes atento y solícito, ofreciendo en ademán cortés el pedacillo de papel blanco o rosa. En vez del olor chotuno que suelen exhalar los cargamentos de obreros allá en las líneas del Pacífico y del Hipódromo, vagan por la atmósfera del tranvía emanaciones de flores, vaho de cuerpos limpios y brisas del iris de la ropa blanca. Si al hacerse el pago cae al suelo una moneda, al buscarla se entrevén piececitos chicos, tacones Luis XV, encajes de enaguas y tobillos menudos. A medida que el coche avanza por la calle de Alcalá arriba, el sol irradia más e infunde mayor alborozo el bullicio dominguero, el gentío que hierve en las aceras, el rápido cruzar de los coches, la claridad del día y la templanza del aire. ¡Ah, qué alegre el domingo madrileño, qué aristocrático el tranvía a aquella hora en que por todas las casas del barrio se oye el choque de platos, nuncio del almuerzo, y los fruteros de cristal del comedor sólo aguardan la escogida fruta o el apetitoso dulce que la dueña en persona eligió en casa de Martinho o de Prast! Una sola mancha noté en la composición del tranvía. Es cierto que era negrísima y feísima, aunque acaso lo pareciese más en virtud del contraste. Una mujer del pueblo se acurrucaba en una esquina, agasajando entre sus brazos a una criatura. No cabía precisar la edad de la mujer; lo mismo podría frisar en los treinta y tantos que en los cincuenta y pico. Flaca como una espina, su mantón pardusco, tan traído como llevado, marcaba la exigüidad de sus miembros: diríase que iba colgado en una percha. El mantón de la mujer del pueblo de Madrid tiene fisonomía, es elocuente y delator: si no hay prenda que mejor realce las airosas formas, que mejor acentúe el provocativo meneo de cadera de la arrebatada chula, tampoco la hay que más revele la sórdida miseria, el cansado desaliento de una vida aperreada y angustiosa, el encogimiento del hambre, el supremo indiferentismo del dolor, la absoluta carencia de pretensiones de la mujer a quien marchitó la adversidad y que ha renunciado por completo, no sólo a la esperanza de agradar, sino al prestigio del sexo.

  • スペイン語文の日本語訳を教えてください!(4)

    次のスペイン語の文章の日本語訳を教えてくださいm(_ _)m スペインの新聞に掲載された短編小説'En tranvía'の一部です。 Poco a poco fue descargándose el tranvía. En la bocacalle de Goya soltó ya mucha gente. Salían con rapidez, como quien suelta un peso y termina una situación embarazosa, y evitando mirar a la mujer inmóvil en su rincón, siempre trémula, que dejaba marchar a sus momentáneos bienhechores, sin decirles siquiera: «Dios se lo pague.» ¿Notaría que el coche iba quedándose desierto? No pude menos de llamarle la atención: -¿Adónde va usted? Mire que nos acercamos al término del trayecto. No se distraiga y vaya a pasar de su casa. Tampoco me contestó; pero con una cabezada fatigosa me dijo claramente: «¡Quia! Si voy mucho más lejos... Sabe Dios, desde el cocherón, lo que andaré a pie todavía.» El diablo (que también se mezcla a veces en estos asuntos compasivos) me tentó a probar si las palabras aventajarían a las monedas en calmar algún tanto la ulceración de aquella alma en carne viva. -Tenga ánimo, mujer -le dije enérgicamente-. Si su marido es un mal hombre, usted por eso no se abata. Lleva usted un niño en brazos...; para él debe usted trabajar y vivir. Por esa criatura debe usted intentar lo que no intentaría por sí misma. Mañana el chico aprenderá un oficio y la servirá a usted de amparo. Las madres no tienen derecho a entregarse a la desesperación, mientras sus hijos viven. De esta vez la mujer salió de su estupor; volvióse y clavó en mí sus ojos irritados y secos, de horrible párpado ensangrentado y colgante. Su mirada fija removía el alma. El niño, entre tanto, se había despertado y estirado los bracitos, bostezando perezosamente. Y la mujer, agarrando a la criatura, la levantó en vilo y me la presentó. La luz del sol alumbraba de lleno su cara y sus pupilas, abiertas de par en par. Abiertas, pero blancas, cuajadas, inmóviles. El hijo de la abandonada era ciego.

  • スペイン語の訳を教えてください

    訳を教えて頂けませんか? El legado del que habla Faldo no es el que cuenta los títulos. El mundo del golf se ha sentido siempre orgulloso de unos valores diferenciados, de una sensibilidad especial con la caballerosidad, el honor y el juego limpio. Y hoy los mismos golfistas echan de menos un rastro de esos valores en la gran figura mundial, en su número uno, en Tiger, al que tanto echaron de menos durante su ausencia. Una retirada de su estrella hubiera tenido tanto impacto como cualquier major, y hubiera sido un cartel estupendo de cara a la entrada en el olimpismo en Río 2016.

  • スペイン語文の日本語訳を教えてください!(0)

    次のスペイン語の文章の日本語訳を教えてくださいm(_ _)m スペインの新聞に掲載された短編小説'En tranvía'の冒頭部です。 Los últimos fríos del invierno ceden el paso a la estación primaveral, y algo de fluido germinador flota en la atmósfera y sube al purísimo azul del firmamento. La gente, volviendo de misa o del matinal correteo por las calles, asalta en la Puerta del Sol el tranvía del barrio de Salamanca. Llevan las señoras sencillos trajes de mañana; la blonda de la mantilla envuelve en su penumbra el brillo de las pupilas negras; arrollado a la muñeca, el rosario; en la mano enguantada, ocultando el puño del encas, un haz de lilas o un cucurucho de dulces, pendiente por una cintita del dedo meñique. Algunas van acompañadas de sus niños: ¡y qué niños tan elegantes, tan bonitos, tan bien tratados! Dan ganas de comérselos a besos; entran impulsos invencibles de juguetear, enredando los dedos en la ondeante y pesada guedeja rubia que les cuelga por las espaldas. En primer término, casi frente a mí, descuella un «bebé» de pocos meses. No se ve en él, aparte de la carita regordeta y las rosadas manos, sino encajes, tiras bordadas de ojetes, lazos de cinta, blanco todo, y dos bolas envueltas en lana blanca también, bolas impacientes y danzarinas que son los piececillos. Se empina sobre ellos, pega brincos de gozo, y cuando un caballero cuarentón que va a su lado -probablemente el papá- le hace una carantoña o le enciende un fósforo, el mamón se ríe con toda su boca de viejo, babosa y desdentada, irradiando luz del cielo en sus ojos puros. Más allá, una niña como de nueve años se arrellana en postura desdeñosa e indolente, cruzando las piernas, luciendo la fina canilla cubierta con la estirada media de seda negra y columpiando el pie calzado con zapato inglés de charol. La futura mujer hermosa tiene ya su dosis de coquetería; sabe que la miran y la admiran, y se deja mirar y admirar con oculta e íntima complacencia, haciendo un mohín equivalente a «Ya sé que os gusto; ya sé que me contempláis». Su cabellera, apenas ondeada, limpia, igual, frondosa, magnífica, la envuelve y la rodea de un halo de oro, flotando bajo el sombrero ancho de fieltro, nubado por la gran pluma gris. Apretado contra el pecho lleva envoltorio de papel de seda, probablemente algún juguete fino para el hermano menor, alguna sorpresa para la mamá, algún lazo o moño que la impulsó a adquirir su tempranera presunción. Más allá de este capullo cerrado va otro que se entreabre ya, la hermana tal vez, linda criatura como de veinte años, tipo afinado de morena madrileña, sencillamente vestida, tocada con una capotita casi invisible, que realza su perfil delicado y serio. No lejos de ella, una matrona arrogante, recién empolvada de arroz, baja los ojos y se reconcentra como para soñar o recordar.

  • スペイン語の訳を教えてください

    スペイン語の訳を教えてください El Tigre se convirtió pronto en un símbolo de los nuevos tiempos. Lo cambió todo. Convirtió al golfista en un atleta, dedicado en cuerpo y alma a su preparación a todos los niveles. Multiplicó por decenas los ingresos de los jugadores, los patrocinios, las bolsas de premios, las audiencias de televisión. Y comenzó una lucha feroz por convertirse en el mejor de todos los tiempos y subir un peldaño por encima de Nicklaus. Pase lo que pase con el récord en los próximos años, Tiger tiene un lugar enorme en la historia por su revolución. Pero, a diferencia de lo que sucedía con los tres grandes, y con golfistas como Seve, Faldo, Langer y Olazábal, no parece que el resto de jugadores lo consideren un referente moral de los valores del golf.

  • スペイン語の訳を教えて下さい

    訳を教えて下さい -¡Qué sucia está la orgullosa princesa! -decían riéndose, y la mandaron ir a la cocina: tenía que trabajar allí desde por la mañana hasta la noche, levantarse temprano, traer agua, encender lumbre, coser y lavar; sus hermanas le hacían además todo el daño posible, se burlaban de ella y le vertían la comida en la lumbre, de manera que tenía que bajarse a recogerla. Por la noche, cuando estaba cansada de tanto trabajar, no podía acostarse, pues no tenía cama, y la pasaba recostada al lado del fuego, y como siempre estaba llena de polvo y ceniza, le llamaban la Cenicienta. Sucedió que su padre fue en una ocasión a una feria y preguntó a sus hijastras lo que querían que les trajese. -Un bonito vestido -dijo la una. -Una buena sortija, -añadió la segunda. -Y tú, Cenicienta, ¿qué quieres? -le dijo. -Padre, tráeme la primera rama que encuentres en el camino. Compró a sus dos hijastras hermosos vestidos y sortijas adornadas de perlas y piedras preciosas, y a su regreso, al pasar por un bosque cubierto de verdor, tropezó con su sombrero en una rama de zarza, y la cortó. Cuando volvió a su casa dio a sus hijastras lo que le habían pedido y la rama a la Cenicienta, la cual se lo agradeció; corrió al sepulcro de su madre, plantó la rama en él y lloró tanto que, regada por sus lágrimas, no tardó la rama en crecer y convertirse en un hermoso árbol. La Cenicienta iba tres veces todos los días a ver el árbol, lloraba y oraba y siempre iba a descansar en él un pajarillo, y cuando sentía algún deseo, en el acto le concedía el pajarillo lo que deseaba. お願いします

  • スペイン語の訳を教えて下さい

    お願いします Al amanecer manifestó deseos de marcharse, pero el hijo del Rey la siguió para ver la casa en que entraba, más de pronto se metió en el jardín de detrás de la casa. Había en él un hermoso árbol muy grande, del cuál colgaban hermosas peras; la Cenicienta trepó hasta sus ramas y el príncipe no pudo saber por dónde había ido, pero aguardó hasta que vino su padre y le dijo: -La doncella extranjera se me ha escapado; me parece que ha saltado el peral. El padre creyó que debía ser la Cenicienta; mandó traer una hacha y derribó el árbol, pero no había nadie en él, y cuando llegaron a la casa, estaba la Cenicienta sentada en el hogar, como la noche anterior, pues había saltado por el otro lado el árbol y fue corriendo al sepulcro de su madre, donde dejó al pájaro sus hermosos vestidos y tomó su basquiña gris. Al día siguiente, cuando se marcharon sus padres y hermanas, fue también la Cenicienta al sepulcro de su madre y dijo al arbolito: Arbolito pequeño, dame un vestido; que sea, de oro y plata, muy bien tejido. Entonces el pájaro le dio un vestido que era mucho más hermoso y magnífico que ninguno de los anteriores, y los zapatos eran todos de oro, y cuando se presentó en la boda con aquel vestido, nadie tenía palabras para expresar su asombro. El príncipe bailó toda la noche con ella y cuando se acercaba alguno a invitarla, le decía: -Es mi pareja.

  • スペイン語の訳を教えてください

    訳が知りたいです お願いします Los tres grandes del golf lo eran por más que sus títulos. Jack Nicklaus (18), Gary Player (9) y Arnold Palmer (7) ganaron entre los tres 34 grandes entre 1958 y 1986. Pero su legado fue más allá que sus victorias. Ellos, dos estadounidenses y un sudafricano, convirtieron el golf en un deporte universal. Consiguieron que la televisión se interesara por seguirlo y que cayeran fronteras. Ese fue su verdadero legado, más que un puñado de títulos. Hoy así es reconocido. Todavía se juntan en cada inicio del Masters, recuerdan viejos tiempos y el jueves a primerísima hora, con las luces del amanecer, dan el saque de honor en Augusta, una tradición de la que este curso se ha cumplido medio siglo. Nicklaus, de 73 años, Player, de 77, y Palmer, de 83, siguen siendo los tres grandes. Su ejemplo fue heredado por la siguiente generación de jugadores. A Seve Ballesteros le correspondió llevar a Europa a mirar directamente a los ojos a Estados Unidos. Y luego llegó Tiger Woods. Si los tres grandes habían parido el golf y Seve y sus contemporáneos lo modernizaron, Tiger lo llevó directamente al futuro.

  • スペイン語の訳を教えて下さい

    お願いします Arbolito pequeño, dame un vestido; que sea, de oro y plata, muy bien tejido. El pájaro le dio entonces un vestido de oro y plata y unos zapatos bordados de plata y seda; en seguida se puso el vestido y se marchó a la boda; sus hermanas y madrastra no la conocieron, creyendo que sería alguna princesa extranjera, pues les pareció muy hermosa con su vestido de oro, y ni aun se acordaban de la Cenicienta, creyendo que estaría mondando lentejas sentada en el hogar. Salió a su encuentro el hijo del Rey, la tomó de la mano y bailó con ella, no permitiéndole bailar con nadie, pues no la soltó de la mano, y si se acercaba algún otro a invitarla, le decía: -Es mi pareja. Bailó hasta el amanecer y entonces decidió marcharse; el príncipe le dijo: -Iré contigo y te acompañaré -pues deseaba saber quién era aquella joven, pero ella se despidió y saltó al palomar. Entonces aguardó el hijo del Rey a que fuera su padre y le dijo que la doncella extranjera había saltado al palomar. El anciano creyó que debía ser la Cenicienta; trajeron una piqueta y un martillo para derribar el palomar, pero no había nadie dentro, y cuando llegaron a la casa de la Cenicienta, la encontraron sentada en el hogar con sus sucios vestidos y un turbio candil ardía en la chimenea, pues la Cenicienta había entrado y salido muy ligera en el palomar y corrido hacia el sepulcro de su madre, donde se quitó los hermosos vestidos que se llevó el pájaro y después se fue a sentar con su basquiña gris a la cocina. Al día siguiente, cuando llegó la hora en que iba a principiar la fiesta y se marcharon sus padres y hermanas, corrió la Cenicienta junto al arbolito y dijo: Arbolito pequeño, dame un vestido; que sea, de oro y plata, muy bien tejido. Entonces el pájaro le dio un vestido mucho más hermoso que el del día anterior y cuando se presentó en la boda con aquel traje, dejó a todos admirados de su extraordinaria belleza; el príncipe que la estaba aguardando le cogió la mano y bailó toda la noche con ella; cuando iba algún otro a invitarla, decía: -Es mi pareja.